Las centrales eléctricas virtuales están dando forma a los sistemas energéticos del mañana al reducir los costes de consumo, el CO2 y la congestión de la red

Las centrales eléctricas virtuales son sistemas inteligentes que conectan entre sí fuentes de energía descentralizadas como paneles solares, cargadores para coches eléctricos y unidades de almacenamiento de baterías. Esta innovadora tecnología optimiza la generación y distribución de energía en tiempo real.

Esto evita la congestión de la red, reduce los costes y disminuye las emisiones de CO2. A diferencia de los gigantescos reactores nucleares con chimeneas humeantes a los que estamos acostumbrados, las centrales virtuales no tienen forma física. Están diseñadas para ahorrar costes y evitar la congestión de la red, al tiempo que sustituyen gradualmente los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables.

Los sistemas inteligentes, también conocidos como VPP, conectan, combinan y controlan fuentes de energía distribuidas como paneles solares, centrales eólicas y almacenamiento en baterías, por ejemplo a través de Wi-Fi, Bluetooth y servicios de telefonía móvil.

Los gobiernos y las empresas privadas confían cada vez más en los VPP. Pueden coordinar cientos de miles de dispositivos, como paneles solares en tejados y cargadores de vehículos eléctricos. Esto ayuda a garantizar un suministro equilibrado de energía y un suministro fiable de electricidad a gran escala.

¿Cómo funciona una VPP?

Los operadores del sistema registran sus instalaciones en el operador de la VPP, que recopila datos de rendimiento y disponibilidad en tiempo real. Sobre esta base, la VPP optimiza toda la generación de energía y la inyección a la red, y opera el comercio de energía impulsado por el mercado.

También proporciona energía de compensación para ayudar a suavizar las fluctuaciones de la generación y la demanda y garantizar la estabilidad de la red. Por ejemplo, los termostatos pueden utilizarse para enfriar los hogares antes de las horas de máxima carga en los días calurosos de verano. Esto ayuda a evitar la sobrecarga de la red. De forma similar, los cargadores de los vehículos eléctricos pueden ajustarse para adaptarse a la demanda de la red.

Muchos proyectos VPP en EE.UU

Se calcula que la capacidad de las VPP en EE.UU. oscila entre los 30 y los 60 gigavatios. Se espera que aumente a entre 80 y 160 gigavatios en 2030. Algunos ejemplos son los programas en los que los clientes reciben ayuda financiera para comprar baterías domésticas Tesla y compartir la energía almacenada con la empresa eléctrica, como Green Mountain Power, la mayor empresa eléctrica de Vermont.

En Massachusettstres empresas de servicios públicos tienen en marcha un programa en el que se paga a los clientes para que las empresas se hagan cargo de sus baterías domésticas. Mientras tanto, en Colorado, se está intentando establecer un programa piloto VPP en todo el estado, en el que los operadores de la red cubrirían los "picos de carga" diarios, por ejemplo.

Muchas empresas de servicios públicos creen que, al hacer un uso más eficiente de los recursos energéticos distribuidos y aumentar la cuota de energías renovables, los VPP pueden ayudar a reducir las emisiones de CO2 y reducir significativamente las facturas energéticas de los consumidores.

¿Y ahora qué?

Para difundir los beneficios de las VPP, la Asociación Nacional de Comisarios de Servicios Públicos Reguladores ha empezado a organizar paneles y talleres, y la Comisión de Energía de California va a financiar una investigación. Pero aún quedan muchos obstáculos por superar, como la falta de procedimientos normalizados de inscripción para los consumidores y la seguridad de los datos de los sistemas.

Realmente todo se reduce a la política. La tecnología ya está en marcha. Seguimos aprendiendo cuál es la mejor forma de aplicar estas soluciones y cómo interactuar con los consumidores.

- Kevin Brehm, directivo del Rocky Mountain Institute que trabaja en la electricidad sin carbono.