Como en Juego de Tronos - pero real: Nacen los primeros lobos huargos en más de 10.000 años
Mucha gente conoce a los lobos huargos sólo por el mundo de fantasía de Juego de Tronos, pero las criaturas reales (Aenocyon dirus) vagaron una vez por América del Norte y del Sur antes de la última glaciación. Estos lobos huargos ahora extintos eran mucho más grandes y robustos que los lobos modernos, con una altura de hasta 35 pulgadas en el hombro y un peso de hasta 240 libras. En cambio, los lobos grises actuales suelen pesar entre 88 y 110 libras y medir entre 24 y 31 pulgadas a la altura del hombro.
El 1 de octubre de 2024, el aullido de un lobo huargo resonó en un laboratorio de Texas por primera vez en más de 10.000 años. Este momento histórico fue posible gracias a Colossal Biosciences, una empresa estadounidense centrada en la desextinción, es decir, en revivir especies que han desaparecido de la Tierra hace mucho tiempo. El nacimiento de las dos crías, llamadas Rómulo y Remo, supuso un gran avance. Son los primeros miembros recuperados con éxito de una especie extinguida. Un tercer cachorro, apropiadamente llamado Khaleesi en honor a la reina dragón de Juego de Tronos, nació el 30 de enero de 2025. El anuncio vino acompañado de un post en X, con los primeros aullidos grabados de los cachorros.
CRISPR y ADN fósil: cómo se crea un lobo huargo
La base de este innovador proyecto fue una secuencia de ADN totalmente reconstruida, basada en restos fosilizados de una antigüedad estimada entre 11.500 y 72.000 años. Utilizando la avanzada tecnología CRISPR, que permite la modificación precisa del material genético, los científicos editaron 14 genes en 20 lugares específicos para replicar el genoma del extinto lobo huargo lo más fielmente posible. Los embriones editados se implantaron en madres de alquiler, perros mestizos seleccionados específicamente. El resultado ha sido impresionante. Los cachorros ya pesan alrededor de 80 libras y miden hasta 4 pies de largo, asemejándose mucho a sus antepasados prehistóricos.
Colossal se considera pionera en el campo de la desextinción. La empresa pretende hacer historia, restaurar los ecosistemas dañados y contrarrestar la pérdida de especies mediante la biotecnología de vanguardia. Además del lobo huargo, Colossal también está trabajando para traer de vuelta al mamut lanudo y al tigre de Tasmania. La empresa expone su visión de un planeta mejor y más biodiverso en un vídeo en YouTube, en el que muestra su misión y la ciencia que hay detrás de estos ambiciosos proyectos:
Crítica de los científicos: No hay verdaderos lobos huargos
Destacados paleogenetistas como Nic Rawlence, del Laboratorio de Paleogenética de Otago, y Vincent Lynch, de la Universidad de Búfalo, siguen siendo críticos con el proyecto. Rawlence explica que estos animales no son verdaderos lobos huargos sino lobos grises modificados genéticamente, ya que el ADN fósil está demasiado fragmentado para permitir una clonación completa. Lynch también subraya que disponer únicamente de un genoma secuenciado no basta para resucitar por completo una especie extinguida. Los animales pueden parecer similares a sus antiguos homólogos en tamaño, complexión y color del pelaje, pero genéticamente no representan una verdadera recreación de la especie original. Esto plantea una cuestión importante tanto para la ciencia como para la ética: ¿dónde acaba la resurrección y empieza la recreación?
La resurrección de los lobos huargos también ha suscitado un debate en en Redditdonde muchos usuarios expresan su escepticismo sobre los verdaderos motivos del proyecto. Los críticos sostienen que la iniciativa parece menos centrada en la biodiversidad y más dirigida a atraer el interés de los inversores. Algunos incluso la comparan con la cría de mascotas exóticas, advirtiendo de que la desextinción podría comercializarse cada vez más bajo el pretexto de la conservación.
Fuente(s)
Colossal Biosciences vía X (antes Twitter)
Fuente de la imagen: YouTube / Colossal Biosciences
