Investigadores húngaros demuestran que el exo-traje de Lifeward ReStore mejora la capacidad de caminar mejor que la rehabilitación tradicional tras un ictus

Investigadores húngaros de la Universidad de Pécs han demostrado que el exo-traje Lifeward ReStore ayuda a los pacientes que han sufrido un ictus a recuperar más su capacidad para caminar que la rehabilitación tradicional. El exoesqueleto consiste en una envoltura para la pantorrilla en la parte inferior de la pierna que está conectada a un sensor de movimiento y una plantilla montada en cada pie. El Exo-Suit utiliza dos cables conectados a la plantilla para flexionar el pie hacia arriba o hacia abajo en el tobillo al compás de cada paso, ayudando al paciente a recuperar su capacidad para caminar con normalidad.

El ictus suele dañar el cerebro y su capacidad para controlar los músculos. Para muchos pacientes de ictus, el control muscular de los brazos y las piernas se ve afectado. Caminar y ponerse de pie requiere que muchos músculos de las piernas trabajen juntos, pero cuando el control sobre estos músculos está dañado, se producen problemas.

Un simple paso adelante se vuelve peligroso porque la parte delantera del pie no se levanta correctamente al principio de cada paso, y el talón no aterriza primero al final. La rehabilitación tradicional se limita sobre todo a mantener el equilibrio del paciente, sin colocar el pie correctamente a cada paso.

Los investigadores compararon la capacidad del ReStore frente a la rehabilitación tradicional entre dos grupos de pacientes con ictus de aproximadamente 65 años con características de salud similares. El rendimiento de los pacientes se evaluó sin utilizar el exoesqueleto cinco días, quince días y cinco semanas después de iniciada la rehabilitación.

La terapia con el exo-traje consistió en 10 minutos caminando por un pasillo, 10 minutos caminando por un recorrido de slalom y 6 minutos repitiendo la caminata rápida y luego lenta. La terapia tradicional consistía en media hora de ejercicio sentado y después media hora de caminar y ejercicios de equilibrio. Al cabo de cinco semanas, los participantes que utilizaron el exo-traje Lifeward eran capaces de caminar más rápido (0,36 f/s o 0,11 m/s) y más lejos (364 pies o 111 metros) que los que no lo utilizaron. Además, los pacientes con exoesqueleto eran más estables de pie.

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