La justicia japonesa condena al vendedor de consolas Switch modificadas en la última victoria de Nintendo contra la piratería

Nintendo ha perseguido agresivamente a los individuos que facilitan la piratería de juegos de Switch. En la mayoría de los casos, el resultado no ha sido el ingreso en prisión. Sin embargo, el 14 de abril, un tribunal japonés condenó a un hombre de 58 años por vender consolas Switch modificadas. La decisión supone la primera condena de cárcel por piratería relacionada con Nintendo en el país.

Afortunadamente para Fumihiro Otobe, el tribunal suspendió su condena de dos años durante tres años. Es probable que el empresario no cumpla ninguna pena de cárcel, pero deberá pagar una multa que equivale a unos 3.500 dólares. Otobe modificó placas base de Switch de stock para arrancar juegos de Switch pirateados. Luego vendió los componentes por unos 195 dólares con una colección de 27 títulos.

Otobe puede considerarse afortunado tras el castigo más severo impuesto a un hacker canadiense. Tras una detención de alto nivel en 2020, Gary Bowser se enfrentaba a 40 meses de prisión. Formaba parte del grupo Team Xecuter, que vendía dongles que eludían las medidas antipiratería de las consolas, incluida la Switch. Bowser fue puesto en libertad a los 14 meses por buena conducta, pero aún debe a Nintendo una enorme multa de 14,5 millones de dólares.

Nintendo también ha adoptado una postura firme contra los creadores de emuladores. La compañía no considera ilegal el concepto de emuladores. Por supuesto, los programas que simulan la consola Switch en PC y otras plataformas se utilizan inevitablemente para la piratería. Después de que Nintendo demandó al popular Yuzulos desarrolladores cesaron todas sus operaciones.

Muchos títulos modernos dependen de las conexiones a Internet, lo que impide a los jugadores con copias ilegítimas acceder a funciones críticas. Aun así, juegos de Switch 2 como Mario Kart World costarán 80 dólares o más. Sin duda, los piratas informáticos ya están buscando formas de burlar la seguridad de la nueva consola. Con lo que está en juego, Nintendo seguirá persiguiendo la piratería en Japón y en todo el mundo.