La nueva batería LiS de estado sólido con electrolito de vidrio puede cargarse en 1 minuto y es muy duradera

Las baterías de litio-azufre de estado sólido tienen una enorme densidad energética y se fabrican con sustancias ampliamente disponibles. Sin embargo, su estabilidad celular a lo largo de muchos ciclos de carga y su escaso rendimiento debido al lento intercambio de electrones han impedido hasta ahora la aplicación práctica de estas nuevas baterías.

Ahora, un nuevo electrolito puede acelerar la reacción química en estas baterías de estado sólido, lo que aparentemente remedia sus deficiencias y proporciona un rendimiento superior que no tiene nada que envidiar a las tecnologías actuales de baterías. El electrolito sólido está hecho de boro, azufre, litio, fósforo y yodo y se parece al vidrio. Es una sustancia que no tiene una estructura cristalina pero que sigue pareciendo sólida y tiene las propiedades de un líquido.

Capacidades impresionantes

El trabajo de investigadores de China y Alemania, concretamente de la Universidad de Pekín, la Universidad de Giessen y el Instituto de Tecnología de Karlsruhe, demuestra que la batería recién desarrollada puede cargarse hasta 25.000 veces, dependiendo de la velocidad de carga. Después de eso, la capacidad restante ha descendido a un valor típico de algo menos del 80 por ciento.

En el mejor de los casos, la densidad energética es unas tres veces mejor que la de las actuales baterías de iones de litio. El documento de investigación habla además de una velocidad de carga extremadamente alta, que podría hacer factible un tiempo total de carga muy inferior a 1 minuto. Para ser más exactos, podría alcanzarse un tiempo de carga de 24 segundos en determinados valores, e incluso entonces la densidad energética estaría en un nivel similar al de las pilas actuales.

Por otro lado, un ciclo de carga completo llevaría 12 minutos para maximizar la vida útil de la batería. En contexto, esto significa que la batería de estado sólido podría cargarse siete veces al día durante más de diez años.

Todos estos hallazgos sugieren que aún queda mucho potencial por explotar en la investigación de las baterías. Dicho esto, sólo se trata de experimentos de laboratorio en un prototipo fabricado con materiales experimentales. Probablemente pasará un tiempo hasta que esta tecnología pueda encontrarse en una batería utilizable y, lo que es más importante, asequible.