La nueva tecnología de baterías promete 621 millas adicionales para los coches eléctricos y potencia suficiente para los aviones eléctricos
Las baterías de litio-azufre figuran desde hace tiempo en la lista de tecnologías de baterías prometedoras. Las materias primas necesarias pueden encontrarse en cantidades abundantes en casi cualquier lugar del planeta. Además, la alta densidad energética del litio-azufre promete más autonomía y menos peso, y no sólo para los coches eléctricos.
Hasta aquí la teoría. Por desgracia, se sabe que el azufre es muy reactivo. Algunos de los ácidos más agresivos se basan en el azufre. Por eso, el mayor problema de las pilas basadas en azufre es que pierden rendimiento tras unas pocas cargas.
Ha habido intentos de hacer que las pilas Li-S sean más duraderas, desde ánodos encapsulados con nanotubos hasta pilas completas de estado sólido. En condiciones de laboratorio, esto se puede conseguir a veces bastante bien, hasta el punto de que las baterías de iones de litio existentes están a su alcance en términos de durabilidad. Por otro lado, sin embargo, otras cualidades de las baterías basadas en azufre se resienten entonces. O bien el proceso de fabricación es extremadamente caro o la densidad energética deseada es demasiado baja.
Un nuevo enfoque de Universidad de Monash en Melbourne, Australia, pretende salir de este punto muerto. Utilizando povidona yodada (PVP-I), los ingenieros de Monash han encontrado una forma de aumentar las velocidades de carga y descarga. El resultado es una batería potente y versátil con una alta densidad que no sólo podría garantizar que se dispone de suficiente empuje para propulsar aviones eléctricos durante el despegue, sino que también podrían reducirse significativamente los tiempos de carga.
Según los investigadores, densidades energéticas de 400 vatios-hora por kilogramo bien podrían ser posibles en la producción comercial, lo que superaría fácilmente a las mejores baterías de coches eléctricos disponibles en la actualidad. En los coches eléctricos, se espera que las baterías de Li-S añadan 621 millas adicionales con una sola carga, al tiempo que reducen el tiempo de recarga a unas pocas horas. Se espera que las primeras células de batería para su uso en drones estén listas en tan sólo un año.
Por último, lo realmente destacado es que las baterías Li-S no sólo son fundamentalmente baratas de fabricar, sino que la povidona yodada antes mencionada también está disponible gratuitamente y ya se utiliza habitualmente como antiséptico.
