Los Teslas son un 25% más baratos de fabricar y Elon Musk sale vencedor de la guerra de precios incluso sin créditos fiscales

Al parecer, Tesla puede mantener su guerra de precios para siempre, ya que un análisis del Bank of America descubrió que su coste por vehículo es mucho más bajo que el de los coches eléctricos y los heredados.

Fabricar un Tesla cuesta de media algo menos de 30.000 dólares, mientras que los coches eléctricos de marcas como Ford o GM cuestan 17.000 dólares más sólo en la lista de materiales.

Los vehículos heredados con motor de combustión interna cuestan menos de fabricar, unos 40.000 dólares, pero siguen siendo un 25% más caros para sus fabricantes que los coches Tesla.

Esto significa que Tesla puede mantener sus precios más bajos mucho más tiempo del que Ford, GM y otras divisiones de vehículos eléctricos pueden seguir siendo solventes, ya que ahora están fuertemente subvencionados por el negocio de los vehículos con motor de combustión interna de las empresas.

Otro reciente análisis del modelo de negocio de Tesla descubrió que ganaría la friolera de 7.000 dólares por vehículo en el año fiscal 2023, a pesar de la caída del mercado de los VE.

Esto es más que los fabricantes de automóviles premium como Mercedes o BMW, y más que el gigante Toyotaa pesar de que los japoneses registraron la mayor tasa de crecimiento del margen de beneficios.

Los insuperables controles de costes de producción de Tesla le permiten hacer frente a las caídas del mercado y salir ganando, ya que puede juguetear con frecuentes promociones y recortes de precios siempre que necesite salvar las cifras de entregas del trimestre.

Ahora mismo, por ejemplo, está ofreciendo hasta 2.280 dólares de descuento en las unidades de demostración del Model 3 Performance, un vehículo que hizo elegible para el crédito fiscal federal. Los bajos costes de producción son lo que le permite ofrecer descuentos de inventario en un nuevo acabado como el Performance, o un 0.99% TAE de interés en el Modelo Y.

Sin embargo, incluso sin la generosidad del gobierno, el implacable proceso de optimización de costes de Tesla le permite mantener unos gastos de producción un 25% más bajos que cualquier competidor, salvo los fabricantes de automóviles chinos que ahora se enfrentan a aranceles del 100 en EE.UU., y de hasta 38% en Europa.

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