Los nuevos álamos modificados genéticamente ya no necesitan tratamiento previo

Aunque muy por detrás de los cultivos modificados genéticamente, los árboles modificados genéticamente avanzan lentamente. Hasta ahora, sólo los álamos resistentes a los insectos han sido aprobados para su uso comercial en China, y varias especies más, como la papaya y el penacho, están siendo desreguladas para su uso comercial en Estados Unidos. La investigación en este campo se inició en 1988 y sigue viento en popa, como demuestran los álamos modificados genéticamente que fueron retocados por un equipo perteneciente a la Universidad de Maryland.

El citado equipo publicó los resultados de su investigación en Matter. Según Yiping Qi, profesora del Departamento de Ciencias Vegetales y Paisajismo de la UMD y autora correspondiente del estudio, "la captura de carbono es fundamental en nuestra lucha contra el cambio climático, y este tipo de madera manipulada puede encontrar muchos usos en la futura bioeconomía." Para aumentar la fuerza o la resistencia a los rayos UV de la madera con la ayuda de un tratamiento químico, se necesita otro tratamiento para eliminar un componente llamado lignina. Afortunadamente, Qi y su equipo de investigación han conseguido editar los genes de los álamos, dándoles así un contenido de lignina un 12,8% menor en comparación con los álamos de tipo silvestre.

Al final, el resultado es que la madera modificada genéticamente es tan resistente como la madera natural procesada químicamente. Por otro lado, la madera modificada genéticamente comprimida y tratada ofrece una resistencia a la tracción comparable a la de la aleación de aluminio 6061, que se utiliza a menudo para cuadros de bicicleta y muchos otros productos. Los interesados en utilizar esta aleación para diversos proyectos DiY pueden hacerse con cuatro barras de 1 x 2 x 8 pulgadas en Amazon por 32,99 dólares.