Metal de la impresora 3D: del aluminio líquido a sillas, vigas, ganchos

No sólo silbatos, modelos de barcos y figuras de D&D. Investigadores del MIT han desarrollado componentes para crear gradualmente piezas metálicas mediante el proceso de impresión en 3D.

Para ello utilizan aluminio. Este metal es relativamente ligero, está ampliamente disponible, tiene un punto de fusión comparativamente bajo, es fácil de reciclar y suficientemente estable para aplicaciones exigentes.

La impresora 3D aún no es realmente adecuada para uso doméstico. Un bloque de aluminio del tamaño de una barra de pan se funde a 1.300 °F (700 °C) en una tostadora de gran tamaño alimentada con electricidad. La temperatura está justo por encima del punto de fusión del metal ligero.

Fueron necesarias numerosas pruebas para obtener la forma deseada. Después de que el grafito o diversas sales resultaran inadecuados, la forma de impresión consiste ahora en perlas de vidrio de 100 micrómetros de tamaño.

Este material puede moldearse como se desee y resiste el aluminio fundido. Se dice que la búsqueda de una boquilla de impresión fue igualmente difícil porque la temperatura extremadamente alta del metal líquido destruye o al menos deforma casi todo. Al final, sólo quedó la cerámica para obtener resultados de impresión permanentemente satisfactorios.

Ya se han conseguido algunos aspectos positivos para el uso práctico. Se dice que, una vez fundido el aluminio, la velocidad de impresión es asombrosamente alta. Y además del armazón de una silla y varias formas especiales, se imprimieron sobre todo marcos de aluminio.

Estos son lo suficientemente resistentes como para ser fresados y taladrados para su posterior procesamiento. La silla también debe tener la estabilidad deseada.

Por tanto, debería ser posible fabricar largueros y otros elementos con un alto grado de resistencia mediante este proceso de impresión. Por supuesto, el aspecto visual debe desempeñar un papel subordinado.

Las perspectivas ulteriores de la tecnología son aún un sueño del futuro: la chatarra recogida se funde directamente y se le da la forma deseada en el proceso de impresión. A continuación, se lleva a cabo un pequeño tratamiento posterior. Eso es todo. Reciclaje in situ y en pocos pasos. En cualquier caso, la perspectiva es apasionante.