Motorola construyó un roadster eléctrico de 430CV antes que Tesla adaptando un Corvette a batería

El protagonista de la película "¿Quién mató al coche eléctrico?", el EV1 de General Motors, no fue el único vehículo con batería que se fabricó en los años noventa. Toyota y Ford también sacaron el RAV4 y el Ranger EV, versiones eléctricas de sus populares líneas de SUV y camiones compactos, respectivamente, pero también hubo otras empresas que experimentaron con la e-movilidad en aquella época. Sorprendentemente, una de ellas parece haber sido Motorola, cuya división de automoción fabricó un prototipo de e-Vette hacia 1992. Adaptó un Chevy Corvette C4 para convertirlo en un deportivo totalmente alimentado por baterías, mucho antes de que el original Tesla Roadster fuera siquiera una idea en la cabeza de Elon Musk.

Recientemente desenterrado languideciendo en un garaje de Illinois, el Vette eléctrico formaba parte de un proyecto más amplio de Motorola Automotive que tenía otros prototipos alimentados por baterías realizados como estudio de viabilidad. En aquella época, Motorola tenía mucho dinero gracias a su negocio de telefonía móvil y a diversas patentes, por lo que exprementó mucho. El primer PowerMac tenía un procesador Motorola en su interior, por ejemplo, y Moto también tenía una línea de servidores con Windows NT lanzados bajo la marca.

Motorola se tomaba muy en serio su proyecto de coche eléctrico y quería mantenerlo en secreto, por lo que la documentación encontrada junto con el coche mostraba que prohibía a los ingenieros o mecánicos trabajar en la batería o enchufar el coche cuando había visitantes en las instalaciones. Dado que el coche fue abandonado en el frío durante uno de los inviernos de Illinois por el anterior propietario, las baterías hace tiempo que desaparecieron, y no está claro cuáles son las especificaciones exactas del motor eléctrico RWD o del paquete de baterías.

Sólo hay una hoja titulada "EV Power" que clasifica el Motorola Vette eléctrico como capaz de producir hasta 428 CV en condiciones de 320V y 1000A, lo que puede haber sido puramente teórico en ese momento. La adaptación utiliza todo lo posible del Corvette original, incluso su peculiar transmisión con sobremarcha, para poner el vehículo en movimiento

Hay instrucciones sobre cómo conducir el coche eléctrico de Motorola y sus ingenieros intentaron que la transición fuera lo más fluida posible. El conductor seguía accionando un interruptor de encendido con la advertencia de que no debían tocar el acelerador mientras lo hacían. No era necesario pisar el embrague para empezar a conducir o poner la marcha atrás, sino sólo para cambiar de marcha mientras el coche estaba en movimiento.

De hecho, la única forma de distinguir el Motorola e-Vette de un C4 normal si no se abría el capó o el maletero para ver las baterías, era por las placas de matrícula que terminaban en una secuencia "EL", un requisito para los coches eléctricos que el estado de Illinois mantuvo hasta 2020. El conector de carga NEMA L10 también estaba escondido detrás de la puerta de combustible de serie

En cualquier caso, el propietario del desguace que ahora tiene el Vette eléctrico, está buscando venderlo a un museo o a alguien que esté dispuesto a poner el trabajo y hacerlo apto para la carretera como un tributo a los atrevidos esfuerzos de Motorola por los coches eléctricos en la década de 1990.

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