Protoclone: robot humanoide que se mueve como nosotros, para bien o para mal
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Los robots humanoides han sido durante mucho tiempo objeto de la ciencia ficción, pero la última creación de Clone Robotics, el Protoclone, está llevando esa ficción a la realidad. Esta máquina espeluznantemente realista, mostrada recientemente en un vídeo viral, demuestra movimientos notablemente parecidos a los humanos, moviéndose y flexionándose mientras está suspendida del techo.Santiago Nino (traducido por Ninh Duy) Publicado 🇺🇸 🇨🇳 ...
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A diferencia de los robots humanoides tradicionales que se basan en armazones metálicos rígidos y motores eléctricos, el Protoclone está diseñado con más de 1.000 fibras musculares artificiales y 500 sensores, imitando fielmente el sistema musculoesquelético de un cuerpo humano. Con 200 grados de libertad, la máquina es capaz de realizar movimientos muy fluidos y naturales, lo que la diferencia de los diseños robóticos convencionales.
Las implicaciones de un desarrollo así podrían ser profundas. En los hogares, robots como el Protoclone podrían ayudar a personas discapacitadas, ocuparse de las tareas domésticas o servir de cuidadores de ancianos. Partes de la máquina, como los brazos y las manos, las piernas o los pies, podrían utilizarse como prótesis similares a la vida real para personas amputadas. En el lugar de trabajo, podrían asumir trabajos físicamente exigentes o repetitivos, reduciendo los riesgos de lesiones humanas y mejorando al mismo tiempo la eficacia. Sin embargo, el movimiento hiperrealista del Protoclone ha suscitado reacciones encontradas: mientras que algunos lo consideran una maravilla tecnológica, otros encuentran inquietantes sus cualidades realistas. Clone Robotics parece abrazar ese sentimiento de inquietud, publicando un vídeo de la máquina colgando y moviéndose con una música espeluznante llenando el fondo tenuemente iluminado.
A medida que la robótica humanoide sigue evolucionando, la sociedad puede encontrarse ante posibilidades apasionantes y cuestiones éticas difíciles antes de lo que cabría esperar.
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