Prueba práctica del teclado mecánico inalámbrico Epomaker Tide 75: Un diseño elegante con suficientes adornos

La experiencia de desembalaje del Epomaker Tide 75 es algo mixta. Se incluyen todos los accesorios necesarios (combo de extractor de teclas e interruptores, cable USB Tipo-C a A y una llave Allen para el desmontaje), sin embargo, el embalaje es por lo demás bastante básico, con un diseño impreso y algo de relleno de espuma barato dentro de la caja de cartón. Tampoco hay extras añadidos, como interruptores adicionales o cubiertas de teclas de distintos colores, lo que contrasta con el Keychron K15 Max al que echamos un vistazo recientemente.

La calidad de los accesorios incluidos también deja que desear. A diferencia del otro teclado Epomaker que analizamos recientemente, el TH40, el cable USB del Tide 75 no está trenzado. Funciona bien, pero al precio que Epomaker cobra por el Tide 75, cabría esperar accesorios de mayor calidad y, potencialmente, incluso teclas acentuadas adicionales.

El objetivo principal del Epomaker Tide 75 parece haber sido simplemente fabricar un teclado mecánico sólido y sin florituras a un precio bastante razonable, y el diseño y la calidad de construcción son los primeros ejemplos de ello. Tanto la carcasa superior como la inferior están fabricadas en aluminio mecanizado CNC y, aunque no hay pies ajustables, los pequeños pies de cúpula de goma de la parte inferior del Tide 75 son suaves y adherentes. Estos pies sirven tanto para mantener el teclado firmemente alojado en su sitio sobre un escritorio como para aislar el teclado y el escritorio, lo que se traduce en una propagación mínima del sonido a través de cualquier superficie sobre la que se encuentre el teclado.

En general, la calidad de construcción del Tide 75 es sólida, y el teclado es pesado, con un peso de 1.712 g, según nuestras mediciones. La parte inferior del teclado presenta una placa de acento brillante (que no es de donde procede el peso extra) con el logotipo de Epomaker grabado con láser en su superficie.

Aunque el anodizado negro de nuestra unidad de revisión es bastante bonito, los bordes biselados dorados muestran marcas de vibración muy leves. Sin embargo, estas marcas testigo apenas son perceptibles en el uso diario, sólo aparecen realmente al inspeccionarlas de cerca.

El Tide 75 incorpora un mando programable en la esquina superior derecha de la carcasa, que está configurado para controlar el volumen del sistema por defecto, y aquí también se aprecia la excelente calidad de construcción. El acabado del mando es consistente y, aunque no tiene estrías, es bastante fácil de usar gracias a su tamaño considerable.

En el borde posterior del Tide 75, justo al lado del puerto USB, hay un interruptor de encendido, y en el otro extremo de ese mismo borde hay una ranura imantada para el receptor de 2,4 GHz. La ranura funciona lo suficientemente bien como para sujetar el receptor USB de tipo A en un uso normal, pero el receptor se cae con bastante facilidad si resulta que está moviendo el teclado de un lado a otro con demasiado vigor.

Nuestra muestra de revisión del Tide 75 incorpora los interruptores Epomaker Zebra, que son unos interruptores lineales prelubricados con un vástago tipo caja y una fuerza de accionamiento de 40 gf. Los interruptores se sienten y suenan consistentes, y ninguno de ellos muestra ese sonido de aplastamiento típico de los interruptores demasiado lubricados. En cuanto al perfil de sonido, el vástago de POM, la carcasa inferior de nailon y la superior de PC dan como resultado un sonido nítido de fondo.

Las amplias espumas de la carcasa y las juntas de espuma de poliuretano del teclado amortiguan un poco el sonido de tecleo y eliminan cualquier eco o pitido desagradable. La placa FR4 de corte flexible también contribuye al perfil de sonido brillante. Aunque hay algo de flexión en el Tide 75, es casi imperceptible en el uso general, lo que es una pena, porque una placa sin corte flexible podría haber proporcionado un perfil de sonido más lleno con casi la misma cantidad de flexión.

La disposición explosionada al 75% del Tide 75 es cómoda de usar, y el espaciado entre la columna de navegación derecha ayuda a evitar pulsaciones erróneas. Hubiera estado bien que Epomaker incluyera en la caja unas cuantas teclas extra para cosas como Imprimir pantalla, pero asignar Imprimir pantalla a la función de pulsación del mando funcionó como sustituto.

La Tide 75 tiene una PCB intercambiable en caliente con soporte para interruptores mecánicos de tres y cinco pines. La PCB es compatible con espacios divididos, pero la placa FR4 incluida no lo es, lo que resulta un poco decepcionante, ya que el archivo .JSON predeterminado para la personalización VIA también incluye la opción de disposición de espacios divididos. Epomaker ofrece un módulo de espacios divididos para algunos de sus otros teclados, y habría estado bien ver la misma flexibilidad aquí.

En cuanto a la personalización por software, el Tide 75 utiliza VIA, la herramienta de personalización de código abierto basada en la web. VIA permite remapear cada tecla del teclado, así como remapear la función de rotación y pulsación del mando. En nuestras pruebas, la reasignación funcionó bien, aunque es necesario utilizar la pestaña de diseño para cargar manualmente el archivo .JSON desde el sitio web de Epomaker para que VIA lo reconozca y se conecte al Tide 75.

La Tide 75 tiene 16 ranuras para macros, lo que debería ser suficiente para todos los usuarios, salvo los más centrados en la productividad, y los 2,4 KB de memoria a bordo también deberían ser suficientes, con espacio suficiente para unos 150 caracteres por macro. Asimismo, las cinco capas personalizables que el Tide 75 puede almacenar en su firmware deberían ser más que suficientes incluso para los usuarios de productividad o los jugadores más exigentes.