Teclado

El Lenovo Legion Y920, como su predecesor, también tiene un teclado mecánico—algo que ha sido considerado durante mucho tiempo el santo grial de los periféricos gaming. La diferencia se nota de inmediato, ya que cada tecla tiene un nivel de respuesta idéntico y exuda un "click" bastante fuerte al pulsarla—una característica común a todos los teclados mecánicos. Por desgracia, sin importar esta aspiración innegablemente premium, el resultado no es perfecto: gracias a una ligera infrecuentemente ligera y las teclas que son más bien inseguras (pivotan literalmente bajo el dedo hasta que las pulsas), hay que acostumbrarse a teclear en el teclado del Y920. En general, creemos que el teclado vainilla Lenovo AccuType es superior.

El teclado tiene iluminación RGB y es (mayormente) personalizable. El softare Nerve Center permite asignar diferentes colores a las teclas individualmente así como la iluminación que rodea el touchpad y la rejilla de altavoz superior, pero no llega a permitir cambios basados en notificación y eventos como (por ejemplo) hace el Alienware. Sin embargo, es fácil activar uno de los estilos de animación preconfigurados con el esquema de color que prefieras.

Touchpad

El touchpad Synaptics es bastante grande y ofrece una traducción de puntero precisa con un acabado suave. Los botones integrados no son tan agradables, empero; la respuesta es algo más floja de lo ideal y es difícil saber si estás haciendo click derecho o izquierdo. Como es usual, arrastrar-y-soltar también es un reto con el clickpad. Los gestos se interpretan con precisión  y rapidez.

El display 17.3" FHD 1920x1080 del  Y920 tiene lo que Lenovo llama un acabado "antirreflejos"—aunque en realidad es lustroso con un poco menos de reflejos que los displays de vidrio borde-a-borde lustrosos medios. Aparte, los 127 PPI derivados del tamaño del panel y la resolución deberían bastar para una presentación gaming satisfactoria, y —con una importancia equivalente—trae tecnología NVIDIA G-Sync, que sincroniza las tasas de refresco del display con las de la GPU para una experiencia gaming general más fluida.

Subjetivamente, el display parece brillante con una reproducción de color razonablemente buena. No tiene un tinte demasiado cálido o frío, y los niveles de contraste también parecen aceptables.

Medimos un brillo medio de 378 cd/m² con un brillo mucho más alto en el cuadrante central de 422.3 cd/m². El resto de la pantalla es bastante consistente en su luminosidad, por lo que la iluminación no es tan mala con un 81%. El contraste, como predijimos antes, resultó de 880:1, lo que está muy bien pero no es estelar. Comparado con su competidor moderno más próximo, el Asus ROG G752VS, el Legion Y920 maneja mejor lo básico (21% más brillante, aproximadamente el mismo contraste, mejor precisión de color).

El display no es particularmente único en su cobertura de color, produciendo (según nuestras mediciones) 84% sRGB y 55% AdobeRGB. Está mas o menos al nivel del resto de nuestra comparativa, sólo el Legion Y720 queda atrás con un muy decepcionante 57% sRGB.

El Y920 también hace una buena labor con la precisión de color de serie. Nuestras mediciones CalMAN 5 sugirieron valores DeltaE de 4.4 y 2.8 para Colorchecker y Greyscale (ideal: 0), y la media CCT fue de 6403K—muy próximo al valor ideal de 6500K. La lectura Total Gamma de 2.22 tampoco se aleja demasiado del valor ideal de 2.4.

Fuera, el Y920 está bien a la sombra. Introduce luz solar, empero, y el acabado "antirreflejos" de Lenovo rápidamente sucumbe a los reflejos molestos. No es tan malo como en otros muchos portátiles con paneles lustrosos, pero ciertamente no es tan resistente como los auténticos paneles antirreflejos. Los ángulos de visión, por otro lado, son excelentes graicas al panel IPS.

Los cuatro núcleos de la Intel Core i7-7820HK (con Hyper-Threading) van a 2.9 – 3.9 GHz (2 núcleos: 3.7 GHz; 4 núcleos: 3.5 GHz), por lo que es más que capaz de manejar cualquier juego. Además, está desbloqueado, y el ajuste "Turbo" por defecto lo acelera a 4.1 GHz—aunque (y aquí está lo crítico) eso es siempre que haya holgura térmica para acomodarlo. Examinaremos el segundo punto en un momento, pero la cosa es que la CPU seguramente no envejecerá tan rápido como la GPU en esta máquina sin importar la elección. Sí, la Core i7-7820HK es técnicamente algo más rápida, y su potencial de overclocking la hace más a prueba del paso del tiempo, pero incluso si el rendimiento se desarrolla idealmente, es difícil que el cuello de botella principal durante los juegos en tres o cuatro años sea la cPU. Para entonces será el momento de pensar en un reemplazo si se sigue queriendo jugar en serio. Además, acelerar la CPU es menos posible que afecte positivamente al rendimiento gaming de lo que lo haría acelerar la  GPU, y las restricciones térmicas adicionales impuestas por las frecuencias más altas (como atestiguamos más adelante en nuestro test) podrían llevar a un rendimiento menos consistente en general.

Volveremos a esto en un momento, pero primero echemos un vistazo al rendimiento CPU comparado con la competencia. La única otra máquina de nuestra comparativa de hoy que comparte el mismo procesador es el Alienware 17 R4, y logra mejores puntuaciones que el Lenovo Legion Y920—incluso cuando el Y920 va usa su Turbo. Aparte del Cinebench R15 Multi-CPU (donde se muestran dos juegos de datos para el Y920, uno con Turbo y  sin), el resto de nuyestras pruebas a continuación se registraron sin Turbo. Sin embargo, nuestras pruebas revelaron que es posible una subida de rendimiento del 2-5% con Turbo, poor lo que ten eso en cuenta a la hora de digerir los datos.

Así pues, ¿por qué  Alienware sigue logrando puntuaciones más altas incluso cuando se enfrenta al Y920 con Turbo activo? Por sus temperaturas internas más manejables (como veremos en breve). El Alienware 17 R4 es capaz de mantener 4.0 GHz (1.1 Ghz por encima de su frecuencia base) durante todo el test de estrés CPU, mientras que las frecuencias de la CPU del Legion Y920 estaban sobretodo en el rango de 3.5 - 3.6 GHz. La diferencia es particularmente evidente en las pruebas multi-core gracias a los retos térmicos adicionales impuestos por tests tan intensos.

A pesar de sus capacidades CPU algo decepcionantes, nos alegra informar que nuestros tests del rendimiento general de sistema del Y920 con PCMark nos deja con ciertas preocupaciones. Aquí, el  Y920 dominó las tablas con 5206 en PCMark 10 y puntuaciones igualmente impresionantes en todos los tests PCMark 8 que o bien superaron o igualaron al resto de competidores. Como antes, el Alienware 17 R4 volvió a ser el principal competidor en la mayoría de tests, pero ambas máquinas ofrecen resultados tan impresionantes que para intentar comparar significativamente los dos tendríamos que ponernos muy melindres.

Una razón importante para estos resultados estelares resulta evidente al iniciar nuestras pruebas de almacenamiento. El SSD NVMe Samsung SM961 del Y920 es uno de los mejores discos que hay, y sus resultados de lectura/escritura secuencial y 4K-64 de  2768/1589 y 747/1220 MB/s lo evidencian. Nuestra máquina también traía un HDD secundario, un modelo Western Digital 5400 RPM de 1 TB—pero además hay una tercera bahía disponible (otra bahía M.2 / NVMe). Como puedes haber adivinado, las dos ranuras M.2 se pueden usar en conjunto para funcionar en RAID.

El rendimiento CPU es adecuado, el rendimiento del almacenamiento es excelente… ¿pero qué hay de la GPU? Ciertamente el punto más importante en una máquina gaming, esperemos que no esté sujeta a las mismas restricciones térmicas que plagaron al procesador. Aunque hay portátiles GTX 1070 más rápidos, el Legion Y920 ofrece un rendimiento decente para su hardware: registramos una puntuación 3DMark Fire Strike Graphics de 16629 (ligeramente superior a la del Gigabyte P56XT de 16410, aunque por debajo del  Asus G752VS con 18346) y una puntuación 3DMark 11 Performance GPU de 21879 (derrotando de nuevo la puntuación del Gigabyte de 20576 pero sucumbiendo ante la del Asus G752VS de 24349). La última puntuación queda un 2%  por debajo de la mediana de las 40 pruebas (actualmente) en nuestra base de datos para la GTX 1070 (puntuación: 22354), por lo que no es ideal, pero tampoco se aleja de ese valor. Es un 20 - 30% menos rendimiento que el del Alienware 17 R4 y su GTX 1080.

Ten en cuenta que estas pruebas las hicimos con los ajustes por defecto del portátil, o sea, sin Turbo; con Turbo, los usuarios deberían poder sacar un percentil o dos más según nuestros tests—pero las diferencias son menores como poco. Por ejemplo, con Turbo, la puntuación 3DMark 11 sube ligeramente a 16869 (1.3% más alto) y 21933 (0.3% más alto) para general/Performance GPU.  Sigue quedando por debajo de las puntuaciones del Asus ROG G752VS de 17222 y 24349, pero en su mayor parte (como vemos en nuestros tests reales de gaming a continuación) el rendimiento sólo diferirá en un 3 - 4% entre los dos modelos durante el juego.

En términos de rendimiento sostenido, usamos nuestra prueba Witcher 3 como siempre para una estimación realista de qué tan bien queda el dispositivo. Como nuestro test sostenido CPU  Cinebench R15, ejecutamos la prueba Witcher dos veces—con y sin Turbo—y registramos y analizamos los datos para ambos estados. Para resumir rápidamente, descubrimos que el rendimiento sin Turbo fue mayormente consistente, pero vimos caídas de frames hacia 50 frames por segundo durante probablemente un tercio de la duración de nuestro test (que es de 60 minutos). Mientras tanto, activar el Turbo básicamente erradica el problema, con sólo cierta fluctuación muy menor e infrecuente hasta apenas un par de frames por segundo. La cosa es que realmente no hay un buen motivo para no  tener  Turbo activo durante las sesiones de juego a menos que el ruido moleste demasiado. Ni siquiera notamos una diferencia importante en las temperaturas superficiales de la carcasa entre ambos escenarios; las temperaturas de la CPU alcanzaron los 93°C de media, mientras que las de la GPU subieron a unos consistentes 73 °C.

Estresamos las máquinas usando una combinación de Prime95 y FurMark para discernir el potencial máximo teórico bajo las cargas sintéticas más fuertes. Para la mayoría de máquinas, esto puede ser superfluo, pero para los dispositivos gaming y las estaciones de trabajo puede ofrecer información valiosa respecto a las capacidades máximas de una máquina que podrían encontrar en condiciones similares —por raras que sean.

Como ya dijimos antes, nuestros test de estrés del Legion Y920 fueron particularmente iluminadores. Antes de que empecemos, es importante explicar cómo hicimos estos tests. Realizamos cada uno sin Turbo, permitimos que la máquina se enfriara, y lo repetimos una segunda vez con Turbo. Registramos los resultados de cada escenario por separado para permitir la comparación y quizá obtener una mejor idea de cómo funciona en realidad el Turbo.

Primero, bajo estrés CPU con Prime95, vimos una frecuencia inicial de 3.5 GHz durante unos 30 segundos, momento en el cual cayó a 3.1 – 3.2 GHz (tras alcanzar un máximo de 82º). Activamos entonces el Turbo y repetimos el test. Los resultados fueron similares, pero las frecuencias fueron (predeciblemente) algo más altas: inicialmente 3.7 GHz y luego bajaron a 3.5 – 3.6 GHz (tras alcanzar los 95º). Este resultado es importante porque explica por qué nunca vemos un rendimiento que iguale el del Alienware 17 R4 incluso con Turbo activo: el Alienware puede mantener su frecuencia turbo permanente de 4.0 GHz,  1.1 GHz por encima de la frecuencia base de la CPU y unos 400 – 500 MHz más rápido que el Legion Y920 de media (un 10 – 12% más rápido, que es exactamente lo que encontramos en nuestras pruebas Cinebench R15).

Por suerte el rendimiento GPU no es un problema importante en el Y920, pero el test de estrés dio datos interesantes. Bajo el estrés GPU sintético FurMark, inicialmente, la frecuencia de la GPU ronda los 1230 MHz de media con una temperatura de 68 °C. Con Turbo activo, la frecuencia sube a unos 1280 MHz y la temperatura media es ligeramente superior con 69 °C. Como mostraron nuestras pruebas anteriores, el rendimiento GPU es adecuado en general, por lo que estamos más preocupados con la consistencia y las temperaturas de la GPU—ambas áreas de dominio del Y920.

El estrés combinado  CPU y GPU, mientras tanto, mostró frecuencias GPU fluctuando entre 1290 MHz y 1650 MHz y las CPU confinadas al rango 3.0 – 3.1 GHz. La temperatura GPU máxima que registramos fue de 70 °C (media: 69 °C) y la temperatura CPU máxima fue de 95 °C (media: 94 °C). Activar Turbo aumenta ligeramente casi todos los valores, las frecuencias GPU alcanzan 1300 – 1750 MHz (y las temperaturas siguen siendo las mismas) y las CPU 3.1 – 3.2 GHz. Las temperaturas CPU en cualquier situación son mucho mas molestas en el Y920 que las temperaturas GPU, esta última nunca supera los 70º C.

En resumen, activar el Turbo aumenta los límites superiores de frecuencias y las temperaturas/velocidades de ventilador. Las tolerancias/límites térmicos parecen seguir siendo los mismos aunque las temperaturas se ven obviamente afectadas. La diferencia de rendimiento es marginal como mucho, pero como explicamos antes durante nuestro testeo de rendimiento sostenido de CPU y GPU, ciertamente no hay un buen motivo para no activarlo a menos que el nivel de ruido sea una preocupación importante.

Los altavoces del Y920 son una sorpresa agradable —aunque viniendo de un portátil de más de 4kg, quizá no sea un shock. Encontrarás dos altavoces de 2 W con un subwoofer de 3 W, y eso resulta en una mejor reproducción de graves y—por suerte—medios y altos relativamente equilibrados según nuestras mediciones. Los niveles de volumen no son particularmente fuertes (69.67 dB de media), aunque se puede ajustar un poco con el software de post-procesado Dolby Atmos.

Hablando de ello, este post-procesado se puede invocar automáticamente (de fondo) por la aplicación Lenovo Nerve Center cuando detecta juegos en primer plano. Esta característica viene activa por defecto, pero en caso de que los efectos post-ṕrocesado resulten irritantes al usuario, se pueden desactivar tan fácilmente como abrir el Nerve Center y poner la característica Sound Enhancement  a off.

No debería sorprender mucho que el Legion Y920 no esté pensado para aguantar mucho desenchufado, pero de nuevo, no es lo que más preocupa a los gamers. Bajo carga, el portátil aguantó algo más de dos horas, navegando por internet con unos 150 cd/m² aguantó unas 4 horas  43 minutos en total. No es terrible para un PC gaming de gama alta, pero de nuevo, las posibilidades de que esto haga viajes frecuentes fuera de la casa no es altísima dado su tamaño y peso inmanejables y su necesidad de enchufe para jugar en serio. Comparado con sus compañeros, es lo que esperaríamos ver de una batería de 90 Wh emparejada con estos componentes.

Por favor, ten en cuenta el cambio raro en la pendiente de la gráfica del Classic Test. Debido a ello, ejecutamos este test dos veces, pero el resultado fue el mismo en ambas ocasiones, por lo que el resultado debe ser preciso sin importar la causa.