Análisis completo del Razer Blade Pro 2017 (i7-7820HK, GTX 1080, 4K)

La carcasa de alta calidad y enorme clase es ciertamente el punto más fuerte del Blade Pro. Muchos fabricantes de portátiles gaming optan por carcasas hechas de enormes trozos de plástico, con diseños aparentemente pensados para críos de 12 años. Razer, por otro lado, ofrece un chasis simple y discreto (con la salvedad del logo verde en la cubierta). Según el fabricante, la carcasa es un unibody de aluminio.

Aunque las superficies oscuras muestran suciedad y huellas rápidamente (estas últimas son visibles en nuestras fotos), el 17" da la sensación de ser un dispositivo de calidad excepcionalmente alta. Los materiales exquisitos quedan complementados con la impecable calidad de manufactura. Cada elemento se funde limpiamente con el siguiente. En resumen: muy pocos portátiles de gama alta logran la calidad del Blade Pro. Aunque los competidores de 17" ( MSI GS73VR y Aorus X7 v7) también son de metal, no tienen nada que hacer con el Razer.

Lo mismo cabe decir de la estabilidad de la carcasa. La mayoría de portátiles traicionan al menos puntos débiles en sus tapas, pero el Razer demuestra ser extraordinariamente estable en todas partes. Incluso bajo presión elevada, tanto la unidad base como la cubierta resisten la presión casi por completo. Hay muy poco que Razer pudiera mejorar aquí, salvo quizá las bisagras. Están bien en principio, pero la tapa proporcionalmente pesada tienden a inclinarse en respuesta a las sustanciales vibraciones (metro). Movimientos menos intensos sólo causan que el display rebote ligeramente.

Hablando de peso: Con 3.6 kg, a pesar de su delgada construcción, el Blade Pro no es uno de los portátiles gaming más ligeros. Con las salvedades del HP Omen 17 (3.8 kg) y del Medion Erazer X7849 igualmente pesado, la competencia delgada pesa menos. Deberíamos notar, empero, que ninguno de los portátiles mencionados ofrecen el rendimiento gráfico del Blade Pro. No obstante, el 17" sólo es adecuado para el transporte diario en circunstancias limitadas. El portátil pesa unos cientos de gramos de más para que resulte cómodo llevarlo a cuestas frecuentemente.

Respecto al tamaño, nadie puede criticar al Blade Pro. Con un grosor de 22.5 mm, muy pocos portátiles de gama alta de 17" pueden derrotarlo (ej: MSI GS73VR). Los colegas delgados que quedan miden de 2.5 a 3.4 cm. Defectos menores aparte: respecto a la carcasa, Razer ha dado en la diana – tanto en calidad como en apariencia.

El número de puertos es respetable a nuestro parecer. Tres USB 3.0 Type A son ya obligatorios en un portátil gaming como lo es un puerto RJ45 y uno HDMI 2.0 (4K @ 60Hz). A estos se le unen un lector de tarjetas, una ranura de bloqueo Kensington,  y un moderno puerto Thunderbolt 3 que también soporta USB 3.1 Gen2 y DisplayPort. Es una pena, empero, que Razer decidiera no incluir un DisplayPort dedicado (lo que facilitaría conectar los monitores adecuados, ya que no haría falta usar adaptadores) y clavijas de audio separadas para auriculares y micrófonos.

Aunque los puertos están situados en la mitad de los laterales del ordenador, aún queda bastante espacio para mover un ratón. Sin embargo, debido a la falta de ranuras de ventilación de las traseras, Razer podría ciertamente haber reubicado los puertos hacia allá. Eso habría sido más práctico para jugar, y más cómodo también. La trasera alberga las bisagras y la salida de ventilador; el frontal está completamente libre de conexiones.

El lector de tarjetas ( SD, SDHC, y  SDXC) nos dejó desconcertados en nuestras pruebas. En AS SSD, que usamos para medir las velocidades de lectura secuencial, siempre tardó en poner el rendimiento en marcha. Una media de 52 MB/s es un resultado algo extraño, dado que los lectores de tarjetas suelen rendir a velocidades USB 2.0 (unos 30 MB/s) o USB 3.0  (unos 90 MB/s), como demuestra nuestra tabla. Lo mismo cabe decirse del test de transferencia, en el que el Blade Pro vuelve a acomodarse entre la competencia. El líder resulta ser el Aorus X7 v7, que casi logra la velocidad máxima de nuestra tarjeta de pruebas UHS II (max. 260 MB/s).

Los productos del fabricante Rivet Networks se encargan de los dispositivos de comunicación del Blade Pr. Un Killer E2500 (controlador Gigabit Ethernet) y un Killer Wireless n/a/ac 1535 (adaptador WiFi) son la combinación habitual de muchos fabricantes de portátiles de gama alta gracias a su enfoque en el gaming y el potente software de red Killer Performance Suite. En el test de alcance inalámbrico con nuestro router de referencias Linksys EA8500, que realizamos a una distancia de 1 metro, el  Blade Pro lo hace bastante bien. De 528 a 671 Mbit/s está a la par con la competencia. Sólo el Aorus X7 v7 y el HP Omen 17 a veces no logran superar los 500 Mbit/s.

Los accesorios que acompañan al Blade Pro incluyen un paño de limpieza, un manual, varias pegatinas del logo, y el obligatorio adaptador de corriente. Razer eligió un modelo de 250w  (330w es más común para portátiles GTX 1080) que pesa casi 0.7 kg. Con un grosor de 1.9 cm (2.8 cm incluyendo la protuberancia del cable), es sorprendentemente delgado. No trae disco de recuperación o DVD de drivers. La recuperación del sistema se realiza con el disco duro (pulsando F9 durante el proceso de arranque).

Las opciones de mantenimiento y mejorabilidad del Blade Pro resultan ser mediocres. Dado que no hay escotilla especial, hay que quitar completamente la parte inferior del dispositivo para tener acceso a sus entrañas. La parte inferior va fijada con 12 tornillos Torx y 2 2 Phillips. Cuidado: Los tornillos Phillips van ocultos tras dos pequeñas bandejas extraibles en las tiras de goma que recorren la longitud de la parte inferior del dispositivo.

Después de que el usuario haya pasado por el doloroso esfuerzo de sacar la cubierta inferior de la carcasa, por fin quedan expuestos los componentes del portátil de 17". Parte del hardware está al alcance – la gráfica y el procesador situada en la parte superior de la placa base, lo que es una inconveniencia para los usuarios que quieran tener todo el control. CPU y GPU no se pueden cambiar, ya que ambas van soldadas. Es algo común en los portátiles de hoy día. Pero Razer no se para ahí: la RAM también va fija a la placa base. Es una mala idea para compradores y para el medio ambiente (palabra clave: producto de usar y tirar). Debido a que no hay ranuras DDR4 normales, si la RAM falla hay que cambiar toda la placa base. Al menos el usuario puede cambiar los SSDs y/o el módulo inalámbrico si se quiere. Dos ventiladores con palas a juego y varios tubos de calor se encargan de ventilar el portátil.  

Respecto al periodo de garantía del  Blade Pro encontramos información en conflicto. Si bien notebook.de menciona una duración de 12 meses, amazon.de afirma 24 meses.

Touchpad

Como mencionamos antes, Razer eligió situar el touchpad en el lado derecho del teclado en vez de debajo (como el Asus GX501). Ergonómicamente no es una mala solución, y da un look único al portátil con su reposamanos ancho e ininterrumpido. La suave y lujosa superficie  (10.5 x 8.5 cm) hacen que usar el portátil sea cómodamente fluido, y permite mover el puntero por imágenes grandes sin tener que reajustar la posición de sus dedos. Nuestra única crítica es que el pad podría ser algo más preciso. Con todo, el soporte multitáctil es impecable. Hacer zoom y scroll en webs y documentos con gestos a dos dedos es una experiencia cómoda.

En general, el clickpad es un ejemplo buenísimo de su especie. Dado que no tiene botones de ratón dedicados, los clicks derecho e izquierdo se ejecutan presionando en la parte inferior de su superficie. Debido a su estabilidad, esto funciona mejor que en muchos otros portátiles. La estilosa iluminación RGB es una de los puntos fuertes del Blade Pro. Resalta tanto el teclado como el touchpad (enmarcado) incluso completamente a oscuras. Con sus diversos colores y modos, debería poder permitir un ajuste adecuado para cada usuario.

El panel Sharp LQ173D1JW33 4K nos deja con sentimientos encontrados. Si bien el valor de negro  (0.2 cd/m²) y el contraste (1150:1) van a juego con el alto precio del portátil, con unos 207 cd/m², el brillo es decepcionantemente bajo. El nivel de brillo normalmente basta para el uso en interiores, pero el uso en exteriores de la edición UHD del Blade Pro no tiene gracia. Incluso a la sombra cuesta ver el contenido mostrado.

Esto tiene mucho que ver con la superficie altamente reflectante. La elección de Razer de un panel lustroso en vez de mate (a diferencia del modelo Full HD) tiene que ver con las capacidades táctiles capacitivas del display. Si tiene sentido o no una funcionalidad táctil en un portátil gaming de 17" es algo que cada lector debe responder por sí mismo. Personalmente, este autor considera que la pantalla táctil es innecesaria y  preferiría sin lugar a dudas un display mate.

El portátil recibe penalización por los mediocres tiempos de reacción del display. 38.4 ms negro-a-negro y 60.8 ms gris-a-gris son más que la mayoría de paneles IPS. Comparado con los veloces paneles TN como el N173HHE-G32 (MSI GT73VR 7RF), el Blade Pro no tiene nada que hacer. Con todo, no observamos ninguna mancha o similar en nuestras pruebas. Los que tengan ojos sensibles deberán pensárselo dos veces antes de comprar el dispositivo, en parte debido a que con un brillo de hasta el 20%, el display parpadea a unos 205 Hz.

Por otro lado, los fans del gaming quedarán satisfechos con el soporte de la tecnología Nvidia G-Sync. Esto equilibra el frame rate con la frecuencia del display, lo que crea una imagen más fluida sin desgarro de pantalla. también evita el ruido electrónico a frame rates más altos. Para nuestros tests siempre tuvimos G-Sync inactivo.

Es sencillamente increíble cuánto pueden apretujar los fabricantes en un chasis de portátil delgado hoy día. Gracias a la tecnología M.2, ya no hay problemas en tener más de un SSD. La cantidad de RAM y la potencia de rendimiento de CPU y GPU no tienen que ser inferiores a lo que se encuentra en un PC torre clásico.

El rendimiento de las dos CPUs quad-core – ambas pueden procesar ocho hilos en paralelo con Hyper-Threading – en la práctica es muy similar. En Cinebench R15 y Cinebench R11.5, la Core i7-7820HK lleva la ventaja por un máximo del 10%.

El Turbo Boost, acelerado automático, se usa al máximo posible. Según el nivel de carga, la CPU Kaby Lake alcanza de 2.5 GHz (multihilo) a 3.9 GHz (monohilo).

Usamos Cinebench R15 para testar si este buen nivel de rendimiento continúa a lo largo de un periodo más largo. Tras 50 repeticiones, los resultados fueron igualmente buenos.

Como observamos recientemente al testear el Acer Triton 700, las pruebas PCMark tienen dificultades con los sistemas RAID. A resultas, el importante déficit del portátil en PCMark 8 Work test y su mal resultado en PCMark 10 no son realmente informativos o dignos de comparación. No tuvimos problemas con el PCMark 8 Home test. Aquí el Blade Pro lo hace bien, quedando en tercer lugar tras el HP Omen 17 y el Acer Helios 300. En el uso diario, los SSDs rinden particularmente bien; tanto los tiempos de arranque como de carga se benefician mucho.

En nuestro modelo de pruebas, Razer combina dos SSDs  NVMe de Samsung (MZVLV256HCHP alias PM951)  en RAID 0. Sendos discos M.2 de 256 GB puntúan en las pruebas de almacenamiento con buenísimas velocidades de lectura. Por otro lado, en algunos casos las velocidades de escritura quedan por detrás de la competencia. Hasta cierto punto, el ordenador no logra aprovecharse de la tecnología PCIe que elimina el límite de 500 MB de los SSDs SATA III. Algunos portátiles gaming requieren velocidades superiores con sólo un SSD. El  Samsung SM961 del Aorus X7 v7 logra velocidades casi el doble de altos en la lectura secuencial. Nota: debido a que a la versión 4K del Blade Pro le falta una bahía 2.5", los usuarios tendrán que conformarse con las dos ranuras M.2.

Debido a que la nueva edición del Blade Pro salió antes del lanzamiento del Nvidia Max-Q design, el 17" viene equipado con GTX 1060 o GTX 1080 estándares. Esto tiene ventajas y desventajas. Si bien los portátiles con Max-Q tienden a ser más silenciosos y usar menos energía, los que quieran montones de potencia estarán mejor con los chips Pascal "normales".  Razer elige resoluciones de display a juego con la potencia de ĺas respectivas gráficas. 3840 x 2160 pixels sería demasiado para una GTX 1060 en casi cualquier juego; por lo que 1920 x 1080 es la mejor opción. La GeForce GTX 1080 es ciertamente capaz de ejecutar los títulos actuales con ajustes altos en 4K.

No sorprende: el chip Nvidia de portátil más potente ofrece 2560 shader units y  8 GB de VRAM GDDR5X, conectados por un interfaz de 256 bit. Las frecuencias también son impresionantes. Con unos 1670 MHz en 3D, la velocidad del núcleo queda dentro del espectro turbo garantizado por  Nvidia (1557-1734 MHz). En circunstancias óptimas, el ordenador alcanza hasta 1873 MHz (fuente:  GPU-Z render test).

Por ello nos sorprende aún más que el Blade Pro quede por detrás de otros portátiles GTX 1080 en las pruebas GPU, a veces por márgenes del 10-20% – sin motivos obvios. El rendimiento general tiende a estar al nivel de la GTX 1080 Max-Q, que apenas logra resultados mejores que la GTX 1070 bastante más barata. Por ello, la ventaja del Razer Blade Pro sobre el Aorus X7 v7 y el HP Omen 17 del 3DMark 13 y 3DMark 11  sólo alcanza un 10%. Los portátiles GTX 1060, por otro lado, son mucho más lentos (60-70% de la velocidad de nuestro modelo de pruebas). Al principio culpamos al adaptador de corriente, dado que no es bastante grande para una GTX 1080. Pero incluso a plena carga, el Razer Blade Pro consume un máximo de 258 w (212 w @The Witcher 3). Considerando la tasa de eficiencia estimada, esto queda dentro de las especificaciones. Dado que el driver  (ForceWare 382.05) no nos dio problema alguno y la temperatura de la GPU no alcanzó un nivel crítico, la razón del mal rendimiento del portátil en las pruebas gráficas sigue siendo un misterio. 

Tras consultarlo, nos indican que  Razer redujo el TDP de la GTX 1080, lo que podría explicar su rendimiento inferior.

El problema anterior aparte, el Razer Blade Pro es uno de los portátiles gaming delgados de 17" más rápidos del mercado. Sólo el Aorus X7 DT v7, también equipado con una GTX 1080 y actualmente en mitad de nuestro proceso de análisis, puede retar al Blade Pro con su grosor de menos de  3 cm. Dadas las carcasas considerablemente más voluminosas, la mayoría de portátiles de alta gama apenas merecen compararse.

Como con la CPU, también analizamos el rendimiento de la GPU durante un periodo largo. El portátil de 17" no tuvo problemas con 60 minutos de The Witcher 3 a 1920 x 1080 pixels y con detalles máximos. Pequeñas variaciones en el  frame rate son algo típico, debido a las fluctuantes velocidades y los ciclos de día y noche en el juego. Sólo pudimos hacer ralentizar al Blade Pro  (bajar la velocidad por debajo de su base) a plena carga con  Furmark y Prime95 simultáneamente. Semejante escenario difícilmente es relevante en el uso diario práctico. 

Siempre que el usuario esté preparado para no usar la preselección Ultra al usar la resolución nativa del display, la mayoría de juegos van fluidos incluso a 3840 x 2160 pixels (>40 FPS). Si un juego no trastabilla, normalmente es porque el desarrollador tiene, por así decirlo, trabajo de optimización pendiente. Nos vemos obligados a nombrar los juegos multijugador con hype PUBG y Ark Survival Evolved, ya que ambos requieren una reducción en nivel de detalle y resolución.

Además, la tabla de pruebas revela que la edición UHD difícilmente podría haberse beneficiado de un panel 120 Hz. Más de 60 FPS rara vez es posible en 4K, incluso con una GTX 1080. Sólo juegos ligeros como Rocket League pasan de los 100 FPS a detalles máximos.

Sin auriculares, los ventiladores se vuelven irritantes extraordinariamente deprisa. El Aorus X7 v7 y el HP Omen 17, ambos equipados con una GTX 1070 y sólo marginalmente más lentos, son bastante más quedos 45-47 dB. La presión de sonido máxima del Blade Pro es bastante intensa (58 dB). No es por nada que el 17" reciba críticas principalmente por su volumen en la sección de comentarios de amazon.de. El principal culpable no es la GPU, sino la CPU  – como explicaremos en breve.

Pero los componentes alcanzan temperaturas realmente críticas. El procesador subió a los 98°C en el test de estrés, incluso con Turbo Boost inactivo. La gráfica, que ralentizó un poco, alcanzó casi 80°C tras una hora a plena carga. En general, muchos hechos nos llevan a concluir que el sistema de ventilación está contra las cuerdas. En un ordenador con la combinación de Core i7-7820HK y GeForce GTX 1080, el sistema de ventilación necesita ser más potente.

Razer anuncia que el Blade Pro va equipado con reproducción de audio y vídeo THX. Sin embargo, al revisar los altavoces de los laterales del dispositivo descubrimos que el sello THX sólo se aplica a la salida de audio, la clavija de audio. Con un precio tan alto, muchos consumidores asumirían que el ordenador ofrece mejor calidad  de sonido que esto.

Como con la mayoría de portátiles, le faltan graves y no produce un sonido preciso y equilibrado. Las películas, música, y juegos suenan demasiado metálicos e impuros para nuestro gusto. Lo mejor será conectar altavoces externos o un headset. Según nuestro análisis de audio, el competidor más duro del Blade Pro,  Aorus X7 v7, ofrece un sonido más agradable. El software de audio preinstalado Dolby Digital Plus Home Theater, que contiene varios perfiles de sonido y mejoras, por desgracia no puede marcar la diferencia.

Frequency diagram in comparison (checkboxes above selectable/deselectable!)

Como al Blade Pro le falta el intercambio de gráfica, incluso en inactivo consume una cantidad de energía considerable. Los portátiles gaming que soportan la tecnología Nvidia Optimus fácilmente derrotan los  31-44 w de nuestro modelo de pruebas. El Medion Erazer X7849, por ejemplo, sólo consume 14-24 w. En 3D, las cifras van por el mismo camino que el Aorus X7 v7. El Aorus consume 107-259 w, mientras que el Razer consume unos casi idénticos 107-258 w.

La elección de Razer de ir sin Optimus reduce el aguante de la batería más que ninguna otra cosa. Aunque el Blade Pro trae una batería de 99 Wh (más grande que la de ningún competidor), los resultados de nuestros tests sólo resultan persuasivos hasta cierto punto. Algunos en la competencia acaban aún antes, pero 3:17 horas de navegar por WLAN y 3:24 horas de reproducción de vídeo HD siguen sin ser motivo de gozo. Los gamers que viajen mucho quedarán mejor servidos con un dispositivo diferente. Los portátiles con intercambio de gráficas suelen lograr mejores resultados. En teoría, el Blade Pro sería una elección excelente para jugar fuera, dado que su rendimiento en batería "sólo" se hunde un  30% (testado con The Witcher 3). Otros portátiles gaming experimentan caídas de más del 50% en frame rates.